Lecturas de otoño
Los Dragones se dieron cuenta enseguida de que un día de lluvia en otoño, no es gris sino que puede estar llena de luz, si compartes el momento con un amigo.
...Sobre todo disfrutaba con las palabras de la lluvia.
Cada gota era un regalo secreto que las nubes dejaban
a su paso ofreciéndole una música diferente al golpear
las piedras, los tejados o las hojas de los árboles.
Jugaba entonces a distinguir e inventar palabras,
a recogerlas en su cuaderno y a imaginar la historia
que le traía una tormenta, el viento húmedo del mar
o las golondrinas. Pero su padre, hombre serio,
veía a Nino escribir y le daba siempre el mismo consejo:
–Presta atención al ganado. Las letras no dan de comer,
"
Está llegando el
Otoño con su larga bufanda y su amor abrigado
El Otoño huele a chocolate
Enciende los colores y nos
invita a jugar
A recordar
El Otoño suspira
Acompaña
Pasea en bicicleta
Avanza
Sube al tren en la estación del Invierno
¿Adónde va el Otoño?
A encontrarse con su amada…
…la Primavera...
La relación entre un niño y un viejo árbol le sirve al autor de este texto, Claude Levert, para contar una historia de amistad llena de ternura e ingenuidad: la llegada del otoño y la consecuente perdida de hojas del roble, le hace pensar al pequeño que el árbol se está muriendo. Todos los cuidados serán pocos. Pero todos habrán merecido la pena, pues, con la llegada de la primavera, el árbol revivirá.
Las sobrias ilustraciones de Carme Solé hacen de este libro un clásico que vio la luz por vez primera en la editorial Miñón, en 1979.
Premio Nacional de Ilustración 1979
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